El 20 de septiembre de 2024, Jaime Munguía volvió al cuadrilátero con una impresionante victoria por nocaut en el décimo asalto contra Erik Bazinyan. La pelea, que se llevó a cabo en Glendale, Arizona, vio a Munguía dominar con una combinación de golpes que dejó a Bazinyan en la lona sin poder levantarse. Con este triunfo, Munguía mejoró su récord a 44 victorias (35 por nocaut) y 1 sola derrota.
Este combate le otorgó a Munguía el título de plata del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la categoría de peso supermediano. Tras la pelea, Munguía expresó su interés en enfrentarse a rivales de mayor renombre, como Caleb Plant o Edgar Berlanga, buscando así consolidarse en lo más alto del boxeo mundial.
Desde el inicio del primer asalto, Munguía tomó la iniciativa. Con su estilo agresivo y potente, comenzó a presionar a Baziyan, conectando jabs efectivos y combinaciones rápidas. La multitud se sumó al ambiente electrizante, apoyando a su compatriota en cada golpe. Baziyan, conocido por su resistencia y técnica, intentó contrarrestar la ofensiva de Munguía con movimientos rápidos y contraataques precisos, pero el mexicano parecía decidido a dominar la pelea.
El tercer asalto fue un punto de inflexión, ya que Munguía logró conectar un poderoso gancho de izquierda que dejó a Baziyan en la lona. Aunque el armenio se levantó rápidamente, el golpe marcó el ritmo del combate. A medida que avanzaban los rounds, Munguía continuó presionando, mostrando su capacidad para adaptarse y leer el estilo de su oponente.
A lo largo de la pelea, ambos boxeadores intercambiaron golpes, pero la potencia y la precisión de Munguía fueron determinantes. En el séptimo asalto, con una combinación de golpes bien ejecutados, el árbitro decidió detener la pelea, otorgando a Munguía una victoria por nocaut técnico.
Con esta victoria, Jaime Munguía mejora su récord, reafirmando su posición como uno de los boxeadores más destacados de la categoría. Tras el combate, Munguía expresó su gratitud a sus seguidores y su deseo de enfrentar a los mejores en su división. “Este es solo el comienzo”, afirmó con determinación. “Estoy listo para los grandes desafíos que vienen”.
La actuación de Munguía ante Baziyan no solo consolidó su talento, sino que también dejó claro que su ambición por el título mundial es más fuerte que nunca. Los aficionados esperan con ansias su próximo movimiento en el cuadrilátero, mientras el boxeo mexicano sigue brillando en el escenario internacional.